Desde hace unos años venimos viendo cómo las cooperativas oleícolas van interesándose por la calidad de los aceites.
Hasta hace bien poco el alumnado de la escuela estaba compuesto principalmente por el 90% de productores particulares, y muy poquitos se acercaban desde las cooperativas, sin embargo esta tendencia está revirtiéndose, y ya contamos con el 50% del alumnado que viene de cooperativas.
En los concursos de aceites, cada vez más, las cooperativas están siendo protagonistas de primeros puestos, algo impensable hasta hace bien poco.
Las cooperativas se están preocupando en formar a sus empleados e ir poco a poco contratando profesionales, o personal con formación previa. La experiencia de los trabajadores de una cooperativa es un valor muy importante, pero no está contrapuesto con la formación. De hecho, estamos viendo como hijos de presidentes o maestros, se están formando y teniendo sus títulos y están siendo grandes maestros del panorama oleícola.
La incorporación cada vez de más profesionales a las cooperativas va haciendo que la balanza esté decantándose por una tendencia clara hacia el cambio.
La cooperativa de aceite ya no es ese lugar más cercano a casa donde llevo mis aceitunas y me dan lo que sale.
El socio se va dando cuenta que unas cooperativas están destacando sobre otras, el socio va entendiendo que no todas las cooperativas son iguales, y está aprendiendo a valorar no solo la cantidad, sino también el reconocimiento de su cooperativa por parte de organismos externos y medios de comunicación.
Las cooperativas como entidades de crédito han pasado a ser cuestionadas, la inversión de las cooperativas en temas no relacionados con el sector están así mismo siendo un gran debate entre los grandes profesionales.
Por otro lado, ya ha calado el mensaje de que presidencia y gestión no es lo mismo, que las funciones son muy distintas. El que ambas funciones estén a cargo de la misma persona es delicado y sobre todo si carece de formación o experiencia.
Pensamos que hay cinco puntos donde las cooperativas que quieran destacar en su comarca tienen que cumplir a pesar de no entender muy bien el porqué:
1.- División clara entre Presidencia y Gestión
Una cosa sería ser el presidente de una cooperativa donde el papel es un papel más “político” y otra cosa muy diferente es ser un gestor, donde hay que ver la mejor manera de llevar a término unos objetivos previamente marcados.
2.- Unión entre Junta Directiva, Trabajadores y Socios
En la mayoría de ocasiones, vemos como no hay entendimiento en estos tres bloques. La información y los objetivos
de los tres protagonistas han de ser los mismos fortaleciendo así las acciones de cada una de las partes.
3.-Formación Contínua. Tanto a trabajadores, junta directiva y socios
Nos encontramos en unos momentos de cambio continuos, la sociedad ya no funciona al mismo ritmo que hace unas décadas. En estos momentos, todo aquel que quiera trabajar de manera eficiente ha de estar al día de las novedades y de la evolución de la demanda.
4.- Estar Vivos
La asistencia a Congresos y Ferias, a pesar de que en muchas ocasiones no tengamos un retorno claro o rápido, o no tengamos ningún retorno. Una cooperativa ha de estar viva, debe saber lo que pasa alrededor, pero no ceñirse a su localidad o zona de influencia. Los responsables de una cooperativa han de salir y ver cómo está el mercado. El sentarse y esperar a que alguien nos lo cuente no nos dará la oportunidad de vibrar ni de integrar que es lo que está pasando. El ver las cooperativas de referencia no tiene que ser una cuestión de mirar de reojo. Hay que mirar frente a frente y hacer preguntas para imitar los modelos que pensamos nos pueden favorecer.
5.-Inversión
No hay ninguna figura jurídica que sin inversión crezca y se consolide. Las cooperativas se deben a sus socios. Los socios quieren buenas liquidaciones. Los socios son personas, y cualquier persona sabe que cuanto mejor funciona una empresa mayor beneficio obtendrá, sino a corto será a medio o largo plazo. El gasto hay que entenderlo como una inversión, como un esfuerzo que me reportará beneficios. Una Cooperativa ha de invertir sistemáticamente parte del beneficio en mejoras y en estar siempre intentando fidelizar a sus socios, así como aumentar su número anualmente.
Las cooperativas son conscientes de que el cambio ha comenzado, y el ser consciente es el primer paso hacia el cambio.
Los próximos 21 y 22 de junio se realizará el congreso anual de cooperativas oleícolas organizado por la escuela superior del aceite de oliva, donde se debatirá sobre las oportunidades de cambio de las cooperativas en el siglo XXI.